Haz honor a tu nombre.

Sonríe:)

¿Vas a quedarte ahí llorando? Ven, acompáñame, seamos felices.

La vida es tuya, no vas a ser su esclavo. Dale las gracias al Destino, si lo hizo es porque viene algo mejor.

Soy tan feliz… Podría tocar el Sol. Nadie me dirá cómo sentirme. Brillo más que nunca, jamás dejaré de brillar y estoy más que dispuesta a desafiar a aquellos que digan lo contrario.

Mi corazón no está roto, no está dormido, está sano y empezando a latir. Y late muuuuy fuerte, late así porque se acerca una nueva era.

Fui tan feliz… y precisamente por eso soy feliz ahora, por eso y porque seré más feliz aun.

Todos somos grandes, todos somos mágicos. Todos tenemos el poder de ser felices, todos, TODOS.

El poder de ser felices es muuuuuy valioso, es algo que no se puede comprar, ni todo el dinero del mundo podría pagarlo.

Soy feliz. Lo soy, lo soy, quiero serlo, lo seré.

Antes de morir quiero hacer sonreír al mayor número de personas posibleJ

Sonríe, no cuesta nada.

Así tiene que ser...

Una vez todo haya recuperado su curso, yo desapareceré. 
Una vez el mar se haya calmado, yo me desvaneceré como la espuma de mar con la promesa de no volver a agitar las mareas.
Una vez la tormenta haya apaciguado, el cielo se iluminará, y yo me iré como una nube junto al viento.
Todo irá bien.
Levántate una vez más. 
Tu deber por encima de todo es seguir adelante.
Llegará un momento en el que serás más fuerte que nunca, y entonces, ¿sabes qué vendrá después?
Victoria.

Esperaré todo lo que haga falta...

Lord Hoolbrok se acercó con la máxima precaución de no hacer el menor ruido hasta donde se encontraba Lady Thisbe ordenando y clasificando los informes.
-Bel... Esta vez no solo se dirigió a ella por su primer nombre sino que además usó su diminutivo, pues era un momento especial, personal e íntimo.
-¿Sí? ¿Qué desea Lord Hoolbrok? Lady Thisbe mantenía las formas como siempre lo que incomodó a Lord Hoolbrok. Odiaba que lo tratase como a un trabajador cualquiera, y más teniendo en cuenta lo que le estaba a punto de decir.
-Emmh... Se lo pensó antes de hablar, tragó saliva y respiró hondo. Aun no se podía creer que estuviera a punto de soltarle algo parecido a Lady Thisbe... ¡a su jefa! La misma que tanto había odiado y criticado como si de un alumno y un profesor de matemáticas odioso se trataran. 
No podía desperdiciar esta oportunidad. Ahora o nunca, ¿qué es lo peor que le podría pasar? ¿acabar muerto? Empezó a sudar y su mente rápidamente dejó de pensar en las consecuencias. Era su momento y lo iba a aprovechar.
-Escúchame Bel, ¿qué pasa si te digo que te quiero?
Lady Thisbe se giró y lo miró sorprendida. Esto para Lord Hoolbrok era algo nuevo, pues él no estaba acostumbrado a ver a su jefa reaccionar de otra manera que no fuera con absoluta serenidad, ella siempre mantenía un semblante serio, y todo salía acorde a sus planes por lo que muy raras veces se llevaba sorpresas.
A los pocos segundos, Lady Thisbe recobró la compostura y esbozó un pequeño gesto que él interpretó como una sonrisa burlona. Finalmente, contestó:
-No lo sé... pruébalo tú, a ver qué pasa...
¿Eso era un sí? ¿un no? Sea como sea, Lord Hoolbrol tenía claro que estaba muy cerca. Ya sólo hacían falta dos palabras para obtener su respuesta.
-...Te quiero...
Entonces, en el rostro de Bel, se pudo ver lo que era una amplia sonrisa en su totalidad.
-Yo también te quiero Arthur.
Apenas pudo asimilar su respuesta. Esas palabras eran tan inesperadas como deseadas para Arthur. Sentía ganas de chillar, de saltar de reír... pero ¿y si se trataba de una broma? Bel era muy seria... ¿podría ella amar a alguien como él?
-¿Sí? ¿De verdad? Lord Hoolbrok apenas podía controlar las palabras que salían de su boca. A su parecer, estaba emitiendo sonidos sin más como si fuera un animal. Le extrañaba que Lady Thisbe le comprendiera.
-Te lo prometo. Volvió a sonreír otra vez. No sonreía muy a menudo, pero cuando lo hacía se veía hermosa. Lord Hoolbrok se atrevería a decir que no había absolutamente nada capaz de compararse con aquella sonrisa.
No se lo podía creer... Se había declarado a su jefa... y le había dicho que sí... Meses atrás no se lo hubiera ni planteado. Bel solo necesito unas tres semanas para opacar aquellos años de odio y lograr que alguien como Lord Hoolbrok se enamorase por completo.
-Entonces, ¿aceptarías venir a cenar conmigo esta noche?
Lady Thisbe asintió.
-Sólo si estás dispuesto a esperar a que me arregle.
-Por ti esperaría lo que haga falta. Contestó Lord Hoolbrok. 
No tenía la intensión de sonar demasiado meloso, pero había perdido el control de sus palabras y por primera vez en mucho tiempo, hablaba con el corazón.

Música para mis oídos

Frases que me devuelven a la vida

"Vive libremente o muere"

"We´re not in Kansas anymore..."

"Why can´t you see that when be bleed we bleed the same?"

"You were made for greatness"

"A man who treats his woman like a princess is a proof that he has been born and raised in the arms of a queen"

"I´d rather be hated for who I am than loved for who I am not"

"Yo no nací sino para quereros; 
mi alma os ha cortado a su medida; 
por hábito del alma mismo os quiero"

A mi querida Thisbe

La vida, ese espacio de tiempo situado entre el nacimiento y la muerte. Tiempo del que somos dueños y a la vez esclavos. Tiempo que va de la mano con el Destino, tiempo que no dudará en golpearte una y otra vez. Es inevitable, no puedes controlarlo.
Pero justo cuando hayas tocado el punto más bajo y caído a lo más profundo comprenderás que por primera vez, sí hay algo que está en tu mano; levantarte.
Veo en tus ojos a una mujer fuerte que se cree débil. No puedo consentir este hecho, no puedo quedarme de brazos cruzados sabiendo el desprecio que te inspira tu propio reflejo.
Por eso, hija mía, como última voluntad, quiero abrirte los ojos para que al fin veas de lo que estás hecha. 
Eres fuerte como nunca nadie lo fue, capaz de luchar como nunca nadie luchó, una mujer que defiende y aprecia la vida por encima de cualquier otra cosa como lamentablemente, nunca nadie lo hizó. Una mujer luchadora, no espero de ti que te mantengas brillante e intacta sino que te mantengas de pie sea cual sea el número de cicatrices que la vida te haya propiciado.Eres una mujer soñadora, con la determinación suficiente para perseguir tus ilusiones, para desarrollar tus proyectos y defender tus ideas con las manos al frente, limpias. Una mujer que hace uso de la razón y no de la fuerza. Una mujer justa. Una mujer del mañana, aquella época con la que durante muchas noches he soñado y otras muchas me ha mantenido en vela. Una persona que jamás pondría nada por encima de la felicidad de aquellos que ama; los mismos que caminarán a tu lado hayas ganado o perdido, dispuestos a amarte y a acompañarte sin importar de dónde vengas ni adonde te dirijas. 
Pensarás que estoy exagerando, que no puedes vencer de esa manera a la vida. Mas no se trata de vencerla hija mía, se trata de vivirla. Tú eres fuerte, mi amor, tú estás hecha para vivirla. Sé que has sido, eres y serás capaz de levantarte, sea cual sea la altura de la caída. Tú, hija mía, crecerás, aprenderás, enseñarás, disfrutarás, sufrirás, amarás y a veces sin quererlo, odiarás, lucharás, te caerás, te levantarás, volverás a intentarlo y ¿sabes qué pasará después? que lo lograras, cariño mío.
Porque creo firmemente en que ,después de todo, para una mujer como tú no hay murallas demasiado altas, pozos demasiado profundos, océanos demasiado extensos ni motivos demasiado poderosos como para detenerte de lograr todo aquello que te propongas.
Deseo pedirte un último favor; la próxima vez que te mires al espejo quiero que sepas encontrar en tus ojos la fortaleza que vi en ti desde el día que naciste y comprendas de lo que realmente eres capaz.
Recuerda esto por siempre mi queridísima Bel Thisbe:

You were made for greatness

De tu padre, que te ama más que a nadie en todos los universos habidos y por haber.
Lord Carlo Thisbe.

No sufras, Aberdeen.

Cierra los ojos y duerme...

Entonces Mary abrió los ojos y contempló como todo aquello por lo que había luchado, aquello a lo que había dedicado su vida y que tanto amó se había desvanecido por completo.

"Rubi..."

Susurró entre lágrimas intentando deshacerse de las cadenas que le amarraban a su cruel destino. 

"Le dije que no podría protegerla eternamente Lady Bostton"

Los ojos le pesaban, el alma le dolía. Su mente le transportaba en el tiempo, diecisiete años atrás, cuando enterrada en un pozo de miseria recibió la noticia de la muerte de su amado.

Lo había perdido todo...

Luz y oscuridad se estaban debatiendo en una cruel y sangrienta batalla. Ya no importaba lo que Lady Thisbe pudiera hacer, para Aberdeen todo estaba destinado a acabar en destrucción y agonía.

Cerró los ojos, dejó su suerte en manos de aquellos malnacidos que se habían desecho cruelmente de Rubi, de su hija...

La historia de Blur (3 parte)

Ya había una semana desde que el "bebé" había nacido y sólo algunos días desde que lo teníamos en casa. Milton se empeñaba en sacarle a pasar pero yo desde luego que no iba a sacar a esa cosa en público.
Al ser vampiros, todo el mundo nos veía hermosos, ambos éramos pelirrojos y ocultábamos nuestros ojos rojizos bajo lentillas marrones, Milton tenía un cuerpo perfectamente esculpido capaz de volver loco a cualquier chica. Y pensar que de todas las chicas él se había fijado en mi...
Al principio, sólo me quiso por mi sangre, yo iba a ser "su regalo de cumpleaños" ya que él estaba acostumbrado a matar a chicas con alcohol o drogas en la sangre, simples chicas de barrio a las que nadie echaría en falta, chicas con "sangre sucia", pero al oler la mía decidió que ya era hora de "comportarse mal" y cobrarse una buena víctima. Por suerte, gracias al seguimiento que hice sobre los asesinatos relacionados con Milton, la policía empezó a fijarse en él, y tuvo que marcharse de la ciudad. Aterrada ante la idea de perderle, me metí en su maletero y lo acompañé a Las Vegas. Una vez en el parking del hotel salí del coche como quien pretende dar una fiesta sorpresa y su cara tampoco fue para menos. Recuerdo haber mencionado que yo estaba enferma y que iba a morir pronto. Fue uno de esos días en los que estaba encerrada en el hotel, (Milton decidió ocultarme junto a él ya que no tenía donde dejarme) me encontraba bastante mal, no tenía las medicinas a mano y Milton no podía permitirse cargar con otro cadáver así que no se le ocurrió otra cosa que convertirme en vampiro. Con el tiempo nos fuimos conociendo y nos enamoramos, nos casamos en Las Vegas y nos mudamos a un pueblecito (no sabría decir exactamente donde se encuentra) allí conocimos a Blumière cuando tan solo tenía doce años y ahora era un prestigioso doctor. Yo me alegraba bastante por él ya que había sido como mi hijo, de hecho, él fue quien diagnosticó mi embarazo. Yo estaba tan feliz ante la idea de tener un bebé. Milton me trató con mucho cariño y ambos esperamos impacientes a nuestro hijo. Soñaba con tener un bebé hermoso, pelirrojo y los ojos rojizos, pálido como la nieve y una hermosa carita inocente, curiosa y despreocupada y al parecer, la gente del pueblo también se esperaba que de mi nazca un "Adonis". Era por eso que no soportaba tener que sacar a la cosa púrpura (que según Blumière era una niña) al aire libre, además de que a mi me hacía daño el sol, la gente miraba al supuesto bebé con horror, todos se apartaban y cuando Selene (así es como Milton y yo habíamos acordado llamarle) pretendía acercarse a algún niño las madres los alejaban y salían despavoridas. 
En fin...
Estaba tan encerrada en mis pensamientos que no pude oír los sollozos de la habitación de al lado, el cuarto de Selene. Milton acudió a ella y esta le mostró con cierta decepción el muñeco que se le había caído de la cuna. 
Para tener una semana era un bebé muy listo; se reía, podía arrastrarse por el suelo (una especie de gateo) se mantenía sentada ¡e incluso decía mamá! Pero yo no quería saber nada de ella. Milton me dijo que con los meses la piel muerta que tenía se caería, que los ojos inyectados en sangre irían tomando un tono rojizo como el nuestro y que le crecería el pelo.Francamente, yo no sabía qué decir. Sé que me estaba comportando de una forma muy egoísta con Selene y Milton me lo había dicho miles de veces, pero no podía evitarlo...

Nyan nyan nyan (8)

NYAAAAAN :3 NYAN NYAN NYAAAN
Como veo que nadie está leyendo mi blog T-T dejaré un ratito las historias de lado y me dedicaré a escribir cosas aparte.
Tengo ya la 3 parte de la historia de Blur, la subiré cuando pueda ^^

Saludooos :)

Lady Hoolbrok Thisbe

La historia de Blur (2 parte)

Podía oír sus gritos dentro de mi, sus ansias de salir, de dejar de sentir ese dolor tan horrible. Quería hacer algo pero lo único que me quedaba era esperar. Milton me observaba detenidamente.
-No te preocupes, todo irá bien.
Su sonrisa me inspiraba confianza. Él era la única persona, mejor dicho, vampiro que me quedaba aunque pronto tendría a alguien más. Nos habíamos mudado hace algunos años. El mismo médico que me estaba atendiendo era el niño que conocí cuando tenía doce años. Su esposa estaba allí. Estaban esperando un bebé que más adelante podría jugar con el mío.
-Tienes que estar preparada Blur. En unas horas tendrá lugar el parto. Me dijo Blumière, el médico.
-¿De cuántas horas estamos hablando? Preguntó Milton.
-Pues de dos o tres, no lo sé exactamente.
De repente algo saltó y mi vientre explotó en mil pedazos, Mientras se cicatrizaba (lo bueno de los vampiros es que las heridas se curan al momento) salté de la cama y me quedé clavada en una esquina de la habitación viendo a esa cosa púrpura con los ojos inyectados en sangre y unos horribles colmillos que le sobresalían de la boca (los únicos dos dientes que tenía) que había salido de mi vientre y se arrastraba hacia mi.
¿Ese era el bebé que con tanto cariño había estado esperando? Ahogada por el pánico, salí de la habitación y huí del 
-Dentro de una horas tendrá lugar el parto, tienhospital abandonado que Blumière había limpiado para atenderme. Milton vino conmigo, confuso esperando una explicación. Ambos dejamos al bebé en el hospital sin saber qué hacer, y yo me limitaba a correr sin descanso intentando huir de lo que me aguardaba.

La historia de Blur (1 parte)

Sé que no me queda mucho tiempo y es mejor huir, pero prefiero morir en sus brazos antes que en una cama fría de hospital, sin familia.
Él me ha enamorado, me ha cautivado con su sonrisa, y en el fondo sólo soy una víctima más, una víctima que tiene ventaja, pues yo sé la verdad, sé que mi vida corre peligro cuando estoy con él pero no puedo evitar estar a su lado, sentirle cerca, sentir que por primera vez alguien me ama.
No tengo mucho que contar sobre mí. Nací en una familia cristiana ortodoxa. A los dieseis años me echaron de casa por haberme escapado de viaje sin permiso, me dijeron:
"Con que quieres irte, ¿eh? ¡Pues ahora no esperes volver, tus maletas estarán en la puerta de casa, ni te molestes en tocar el timbre porque no habrá nadie!"
Dicho y hecho, se mudaron lejos, me abandonaron y todo porque cometí un error. 
Me las apañé para vivir sola durante cinco años y ahora a mis veintidós me diagnosticaron cáncer de páncreas, así que lo más seguro es que muera pronto, por eso decidí quedarme con Milton.
Conocí a Milton en un bar, me sonrió desde lejos y yo le respondí con otra sonrisa invitándolo a acercarse a mi. Desde entonces no ha parado de llamarme para quedar y yo acepto de buena gana todas sus invitaciones. Al principio me pareció un poco sospechoso que insistiera tanto en quedar conmigo, ya que debido a la reciente oleada de asesinatos que había sufrido la ciudad, se habían impuesto medidas de seguridad muy estrictas y nadie se atrevía a salir a la calle.
Hace poco hice un seguimiento de los homicidios, habían empezado justo cuando Milton dijo haberse mudado a la ciudad (¿coincidencia?) por lo que llegué a la conclusión de que todos ellos estaban relacionados con él. El periódico decía que que los escenarios del crimen habían sido preparados para parecer accidentes domésticos o en otros casos suicidios ya que ninguna de las víctimas tenía marcas de forcejeo en sus cuerpos pero sí múltiples cortes o que las habitaciones permanecían en total orden.
A veces Milton presentaba manchas oscuras en las mangas y el cuello de su camisa que parecían sangre. Le observé en cada oportunidad que tuve, sé que lleva lentillas, que evita mucho el contacto con el sol y cuando se ve expuesto a la luz solar se ve bastante debilitado, sé también que es pálido y cuando me abrazaba he llegado a notar la ausencia de pulso. Nunca me invita a comer, simplemente a tomar una copa y cada vez que lo hace añade un sobre de un polvo oscuro a la bebida.
"Es medicina" me dice él. Pero yo ya tengo motivos se sobra para creer que es un vampiro, o eso o un loco. Sólo necesito un detalle más para confirmarlo y es investigar su casa, el entorno donde él vive, lo cual me viene perfecto ya que me ha invitado el sábado a las ocho, aunque probablemente sea mi última noche.

Tú eres mi estrella

-Las estrellas... brillan más que nunca esta noche.
-No me había fijado...
-¿Cómo puedes no estar atento a la bella inmensidad del firmamento? ¿Cómo puedes no prestarle atención a esta hermosa noche? Mucho me temo que las prioridades de tus ojos no son las correctas.
-Querida mía, cuánto siento que no tengas un espejo a tu lado, sólo así podrías saber lo que tanto ha capturado mi interés y mi admiración.
-Blumière, considero un insulto compararme con estas vistas de incalculable belleza, una humana como yo no podría igualar jamás la hermosura del cielo nocturno, lo más parecido a una estrella que he encontrado en este mundo se encuentra tan inalcanzable para mí como ellas.
-¿Tan inalcanzable te resulta tu propio reflejo?
-Bien sabes que no bromeo.
-Por favor Rubi, ¡mírate! Tu mirada hace llorar de rabia a las estrellas, tus cabellos rojizos estremecen de envidia al mismísimo Sol, la perfección de tu rostro hace parecer inútil a la perfección del universo, tanto el Primero como el Segundo. Tal vez sean tus ojos tan dulces y tan profundos los que deban plantearse sus prioridades.
-Si lo que dices fuera cierto entonces hace ya tiempo que hubiera alcanzado aquello que para mí es inalcanzable.
-Nada debería ser inalcanzable para un ángel como tú. Pídeme lo que quieras y yo te lo daré.
-¿Entra tu corazón en la oferta?
-No puedes desear algo que ya posees.